El yoga es una práctica multidimensional que trabaja tanto a nivel físico, mental como espiritual. Físicamente incrementa la flexibilidad, la fuerza y la circulación. Mentalmente, al utilizar nuestra respiración y nuestros movimientos de manera meditativa ayuda a calmar la mente y a mejorar nuestro control mental. A nivel espiritual nos conecta con nuestro yo interior ayudándonos a conocernos mejor para tomar mejores decisiones y llevar una vida más plena y feliz.

Cada persona es libre de desarrollar la dimensión que prefiera, si sólo desean estar fuertes, flexibles y tonificados, está bien. Cuando se desarrolla una práctica constante, se reduce el estrés, se mejora los patrones de sueño y relajación, se reduce los sintomas de enfermedades crónicas como artritis, tiroides y diabetes, se mejora la postura y dolores de espalda.

Cualquier clase de yoga ayuda a a controlar la mente y a disfrutar del presente, dejando de pensar en el pasado y angustiarnos por el futuro, que es lo que causa el estrés y la ansiedad.

Sin duda, la práctica de yoga da flexibilidad, pero uno no tiene que ser flexible para practicarlo. Normalmente en el trabajo hacemos muchos movimientos repetitivos que acortan nuestros músculos, el yoga nos ayuda a estirarlos para incrementar nuestro rango de movilidad y liberar las toxinas que se acumulan por un estilo de vida sedentario.

Incrementar la flexibilidad es simplemente un efecto secundario, el yoga realmente nos ayuda a conocernos mejor y estar en contacto con nuestro cuerpo y esto puedes experimentarlo independientemente de si puedes o no tocar el suelo con las manos.

El yoga es muy eficaz para controlar el peso y sobre todo te ayudará a tonificar los músculos y bajar de peso muy rápidamente, siempre que lo practiques habitualmente.

La práctica del yoga requiere disciplina, si practicas de 2 a 3 veces a la semana, regularmente, vas a obtener notables beneficios en el tiempo. El cuerpo tiene memoria, y como todo en la vida la constancia es lo que trae los resultados a largo plazo.